
Esta experiencia te ayudará a darte cuenta que una relación es de dos y si tú eres la única que pone de su parte pues es mejor sufrir por unos pocos recuerdos a vivir una vida infeliz con alguien que lo único que sabe es darte mucha tristeza. Un poco de valor, alcanzar la felicidad con alguien no es una prioridad. Mira a un lado y recuerda lo feliz que eras con aprender a nadar con ayuda de tus papas a los 3 años, con aprender a manejar bicicleta con la ayuda de tu papá que pensabas que seguía a tu costado pero ya te había dejado y sin darte cuenta ya estabas manejando sola, con un abrazo de tu mamá cuando lo necesitabas o con un cuento que ella inventaba.
Siempre fuiste feliz, porque no serlo ahora? Tan solo tienes que recordar las cosas que te hacían feliz, nunca necesitaste de alguien que no fuera tu familia. Que va a pasar ahora? Ahora vas a ponerte firme y comenzar de cero, deja esa cólera o resentimiento que llevas dentro, que lo único que hará es lastimarte más. Olvida esa obsesión por competir en algo sin sentido, porque el sentido que tu le diste antes ahora ya no está. Aunque tal vez con esto quieras volver a ponerlo en el centro de nosotras. Ese sentido para mi ya no existe, la verdad nunca existió, porque para mi fue tan solo un obstáculo de una carrera donde tu eras la meta. Nada valía suficiente como para alejar esta fructífera amistad de lado. Sabes que nunca lo planeé, no estaba en mi calendario, no estaba en mi destino porque la verdad no creo en el destino. Fuiste la amistad más bonita de verano, aunque no te llegue a conocer lo suficiente.

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