domingo, 22 de mayo de 2016

La niña que habita en mi dice que aún hay esperanza... y le creo.

Quiero cumplir mi sueño de ser grande pero a la vez mantenerme pequeña. Que mi felicidad no sea generada por mil cosas, sino por pequeños momentos y personas, las esenciales. Contentarme con los momentos que me tocaron vivir. En todo este tiempo he ido interiorizando, pensando en todo lo que he pasado, en las veces que me he equivocado y no lo he aceptado, en las cosas que he hecho y me han hecho mayor, en las cosas que me arrepiento de mi yo pasada, en las cosas que hubiera querido hacer a su tiempo, en la diferente concepción de lo bueno y lo malo a este edad y  época, etc. No logro entender qué cambió, en qué momento cambió mis ideales o cuando me convertí en lo que soy ahora.

Todo este drama interior comenzó cuando alguien cometió errores que yo creía inhumanos, temas muy polémicos, que no sería capaz de confesar o por lo menos no por ahora que lo tengo en procesamiento. Tal vez yo sea una persona muy susceptible pero creo que hay cosas que a todos nos deben afectar y ahora cada vez siento que se va volviendo más común y las personas solo no las quieren ver. A veces siento que soy yo la equivocada, que tengo que madurar, volverme como todos, hacerme la de la vista gorda, que ahora esto pasa y es "normal". Pero mi yo inocente que se quedó en los 16 años, no lo acepta.
Quisiera saber en que momento me desvié de mi camino, donde perdí mi esencia. Siempre fui en el fondo una niña enamorada de la vida que creía en la bondad de las personas, que pensaba en positivo, que le veía lo bueno a todo, que se resentía por tonterías y luego sonreía. Pero en este mundo así como está, no podía ser así. Nunca me gustó tener que pensar en que algo malo va a pasar, pero ahora me doy cuenta que siempre lo hago. Es como caminar y mirar a las personas por temor a que te puedan asaltar sin piedad o el hecho de no hacer nada cuando una persona necesita auxilio por no tener que enfrentar la presión del momento, por si algo malo pasa. Y otra vez vuelve a mi esa frase "por si algo malo pasa". 

Últimamente me he dado cuenta que mientras más quiere y tiene una persona sin valorarlo, más quiere pero más vacía se siente por dentro. Cuando quieres más y más, es porque no te contentas con lo que tienes y siempre acabarás con esa sensación de no haber calmado tu deseo. Cuando creces crees que mientras más tengas, más feliz serás y es un verdadera equivocación. Por eso quiero mantenerme niña por dentro. Por que cuando era pequeña, una cosa tan simple podía ser todo para mi. También tenía una linea bien definida entre lo bueno y lo malo, pero con cada año, esa linea se ha ido perdiendo. Y el resultado de eso no me gusta. 

Tampoco es que no me reconozca con el paso del tiempo, pero ahora que tengo tiempo de cambiarme, puedo decir que no me gusta en lo que me estaba por convertir. No quiero ser una persona ajena a la realidad, no quiero hacerme la loca, no quiero perder mi sensibilidad, no quiero perder la esperanza en que todo va a mejorar, no quiero perder a la niña que hay en mi aún.

En conclusión, así el mundo cambie quiero seguir siendo yo pequeña. Que el mundo me haga pedazos pero aún así no perder la fe. Como dicen "si te pega en una mejilla, dale la otra", creo que algo así era. No importa todo lo que tenga que pasar, creo que aún queda gente que lucha por mantenerse siendo ellos mismos y por eso creo que aún hay tiempo y esperanza de cambiar. Al final solo queda tu recuerdo en esta vida. Después no tendrás opción de modificar nada. De que vale vivir sintiendo que nada tiene sentido, y con eso no quiero decir que la mejor opción sea morir, sino que lo mejor sería vivir de verdad, haciendo lo que en verdad quieres porque aunque todo el mundo lo diga nadie en verdad lo asimila "solo se vive una vez" y la vida es tu primera y última oportunidad que la puedes cambiar cuando tu quieras.

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